La organización de derechos humanas Transitional Justice Working Group entrevistó a 700 desertores norcoreanos los cuales revelaron algunas de las practicas que se realizaban en aquel país, donde mencionaron que 7 personas fueron asesinadas públicamente por ver videos y conciertos de bandas de K-Pop.
Según el informe, los entrevistados mencionaron que con esa acción Kim Jong-Un pretende cortar de tajo con "el cáncer vicioso "que conlleva escuchar ese tipo de música.
El informe también menciona que desde el 2011 se han ejecutado a 27 personas por ver y distribuir contenido relacionado al K-Pop, pero también son asesinados públicamente y obligan a las familias a presenciar los asesinatos como una forma de advertencia para evitar que se consuma este tipo de contenido.